La política sobre la bicicleta en Pamplona



Artículo de opinión publicado en Diario de Navarra. Miércoles, 16 de noviembre de 2016

Después de año y medio de nueva legislatura, quédense con el dato: el año pasado,
8.600 ciclistas, el 44% del total, circulaban regularmente por las aceras, según el
Estudio de la Movilidad Ciclista del Ayuntamiento de Pamplona. Y todo parece indicar
que la cifra va en aumento.
Estamos ante un gravísimo problema que sitúa al peatón como primera víctima por su
indefensión y por su exposición a ser atropellado por los ciclistas, y como segunda
víctima al ciclista que por razones objetivas y o subjetivas no puede circular por la
calzada por falta de seguridad y protección. Ante esta situación sumamente preocupante,
el Área de Ecología Urbana y Movilidad ha tenido el acierto y el mérito de haber
encontrado una posible solución en un valiosísimo estudio, elaborado por la firma más
prestigiosa del país, Consultora GEA21. En él se contempla, en su fase inicial, la
actuación en dos importantes ejes, el de Pío XII y el de Barañáin-Burlada, con el
objetivo de potenciar el transporte público, garantizar la seguridad y comodidad para el
usuario de la bici, y mejorar las condiciones de la movilidad a pie. Asimismo, entre sus
criterios, propone una infraestructura segregada para la bicicleta; utilizar la calzada
existente como espacio de intervención, sin reducir ninguna acera; y proponer
soluciones que tengan un coste relativamente bajo, cuya ejecución se pueda realizar a
corto plazo y pueda ser fácilmente reversible.
Pero, lamentablemente, el Pleno del Ayuntamiento de Pamplona, lejos de hacer un
análisis objetivo y rigurosamente técnico de dicho estudio, ha optado por paralizarlo,
con los votos de UPN, Geroa Bai y PSN, y la abstención de Bildu, argumentando que el
plan del estudio adolecía de falta de participación, información y consenso. Me
pregunto si no se habrán antepuesto los intereses partidistas frente a los intereses
generales de los ciudadanos ciclistas. A veces, cuando no se puede cuestionar el
mensaje, se cuestiona al mensajero, cosas de la política. Y ahora toca hacer la pregunta
del millón. Si dicho estudio lo hubiese propuesto la Mancomunidad de la Comarca de
Pamplona a través del Plan de la Movilidad Sostenible de la Comarca de Pamplona
(PMUS), ¿se habría aceptado y aprobado?
En alusión a la falta de información de dicho estudio que criticaron los distintos grupos
políticos del Ayuntamiento, su presentación pública, en el Palacio de Condestable, contó
con la asistencia de un centenar de personas, entre las que se encontraban, solamente, un
concejal y una concejala de dicho ayuntamiento. Asimismo, en una reciente charla-
coloquio, en el Civivox de Iturrama, de Ricardo Marqués, uno de los mayores expertos
del país en materia de legislación e infraestructuras ciclistas, organizada por el Área de
Ecología Urbana y Movilidad, se habló también de propuestas de solución para
Pamplona, pero desafortunadamente, entre los asistentes al acto no figuraba ningún
cargo público ni responsable del Ayuntamiento ni de la Mancomunidad de la Comarca
de Pamplona.
Ante este panorama desesperanzador, cabe preguntarse si de verdad la bicicleta interesa
a nuestros políticos. Y también, sabiendo que el estudio de la Consultora GEA21 puede
ser un gran punto de partida para el futuro Plan de la Movilidad Sostenible de la
Comarca de Pamplona (PMUS), si sus responsables estarán dispuestos a “reconsiderar”
dicho estudio. Creo, sinceramente, que los ciclistas y los peatones, como agentes incuestionables de la movilidad sostenible, nos merecemos algo más.

Jesús Sukuntza
Ciclista urbano
Miembro del Observatorio de la Movilidad
Miembro de la Asociación Medios de Transporte Saludables (AMTS)