Los colectivos ciclistas Asociación de Medios de Transporte Saludables (AMTS) y la Plataforma 8/80 han presentado al Ayuntamiento un manifiesto para que el futuro carril bici de Pío XII, que se prevé comience a funcionar principios de año, y que sumará unos 3.000 metros en su totalidad (sumando ambos sentidos), vaya pintado de rojo. La reivindicación se ha hecho pública ahora una vez que han conocido del propio Ayuntamiento de Pamplona que la nueva vía ciclista que se está acondicionando no va a tener, de momento, un color identificativo diferente a la calzada. “Creemos sinceramente que los cargos políticos y técnicos de las áreas de Ecología Urbana, Protección Ciudadana y Urbanismo deberían reconsiderar el tema”, porque “la consecuencia no es solo de índole estética, sino más bien de algo más serio”, de la “falta de seguridad que implica”. Añaden al respecto que si el problema es el coste, como se les ha alegado, han comprobado que cuesta entre 10 y 14 €/ m2.
Así, señalan que los manuales ciclistas ya recomiendan pintarlas de color rojo, porque destaca “perceptivamente por su impacto visual, alertándonos de los espacios reservados al ciclista”, ya que “esto hace que presten más atención no solo el ciclista y el peatón, sino también al conductor, cuando se encuentre en proximidad a un carril bici”. Indican, además, que “está demostrado que cuando la vía lleva un fondo rojo como indicador claro de que es un espacio exclusivo para bicicletas, provoca un efecto llamada, animando a más ciclistas a usarla”, porque se sienten más seguros.
Los colectivos opinan que en Pamplona, “la realidad es bien distinta y, a la vez, bastante caótica”, lo que, según añaden, “está originando muchos problemas”. Por una cuestión clave, porque los usuarios de la bicicleta, en su mayoría, “no saben distinguir entre carril, bici, acera bici, acera señalizada (solo existe aquí), ciclocalle, ciclocarril... “y mucho menos la forma correcta de circular en cada una de ellas”.
Así, señalan que los manuales ciclistas ya recomiendan pintarlas de color rojo, porque destaca “perceptivamente por su impacto visual, alertándonos de los espacios reservados al ciclista”, ya que “esto hace que presten más atención no solo el ciclista y el peatón, sino también al conductor, cuando se encuentre en proximidad a un carril bici”. Indican, además, que “está demostrado que cuando la vía lleva un fondo rojo como indicador claro de que es un espacio exclusivo para bicicletas, provoca un efecto llamada, animando a más ciclistas a usarla”, porque se sienten más seguros.
Los colectivos opinan que en Pamplona, “la realidad es bien distinta y, a la vez, bastante caótica”, lo que, según añaden, “está originando muchos problemas”. Por una cuestión clave, porque los usuarios de la bicicleta, en su mayoría, “no saben distinguir entre carril, bici, acera bici, acera señalizada (solo existe aquí), ciclocalle, ciclocarril... “y mucho menos la forma correcta de circular en cada una de ellas”.
Los cicloturistas recuerdan que en Iruña no hay un tratamiento homogéneo de las vías ciclistas, lo que genera mucha incertidumbre a los agentes de la movilidad, una cuestión que, a su juicio, “se puede corregir”. Según han comprobado, en otras ciudades se está utilizando “un producto coloreado de rojo (o de otros colores), que se aplica al pavimento, llamado lechada bituminosa pigmentable” y que además de dar color, “permite la mejora de la textura o del sellado de pavimentos preexistentes, pudiéndose extender en una o varias capas de muy pequeño espesor, entre 1 y 3 mm., en función del grado de rugosidad deseado, destacando por su “larga durabilidad”.
Respecto al coste, explican que apenas es “de entre 10 y 14 euros el metro cuadrado, dependiendo de las capas aplicadas”, por lo que preguntan al Ayuntamiento si no “merece la pena invertir en esa mejora en beneficio de la movilidad ciclista”. Consideran, así, que pintar el de Pío XII “lo realzaría y, a su vez, marcaría un antes y un después en las actuaciones encaminadas a la creación de infraestructuras ciclistas”, porque “el corredor sostenible de Pío XII, con su carril coloreado, sería la imagen de la nueva Pamplona sostenible”.
